Ambiente festivo, día de romería de la Virgen de los
Desamparados y ambiente taurino.
Abellán, Fandiño, el rejoneador
Miguel Ángel Martín y el novillero Antonio Linares formaron el cartel del
festival de Villanueva de la Fuente para el domingo 10 de mayo, con novillos de
Castillo de Montizón, propiedad de D. Samuel Flores. Ambos, padre e hijo, no perdieron detalle del comportamiento de sus novillos como grandes ganaderos y aficionados que son.
Con tres cuarto de hora de
retraso iniciaba el festejo. Abría cartel el rejoneador Miguel Angel Martín.
Bonito el del Castillo, número 17, que pronto mostró su escaso fondo de bravura
cerrándose en tablas. Martín obligó al del Castillo sacándolo a los medios pero
el novillo tuvo poca historia. Lo intentó Martín aunque aquello carecía de
emoción alguna.
El número 29 lucía el segundo de
la tarde para Abellán. Novillo de esos que te llenan, que disfrutas viendo sus
embestidas. Novillo bravo desde que pisó la arena. Lo mejor de todo: su fondo y
su capacidad de ir a más, con embestidas muy profundas y siempre humilladas. El
novillo no tuvo un pelo de tonto y la muleta firme y templada de Abellán hizo
que el novillo se entregara con una transmisión importantes. Perfecto Abellán.
Siempre echando la muleta en la cara, tocando y arrastrando al novillo.
Muletazos muy largos, tal y como se observa en las imágenes. Mató de una
estocada en todo lo alto. Vuelta al ruedo para este gran novillo de D. Samuel.
Fandiño lidió al tercero de la
tarde. Precioso este número 35, que repitió de forma incansable y con gran clase en el capote de
Fandiño. Sin embargo, poca historia tuvo la faena. Cierto es que el novillo pronto se vino
abajo y tuvo una embestida hueca, vacía, sosa y nunca entregado. Pero Fandió no
anduvo bien. No entendió al novillo. En mi opinión faltó tiempo, distancia y
temple, mucho temple (es inadmisible más de 20 enganchones de muleta), cosa que
el torero de Orduña se le olvidó. O no lo consideró. O no quiso. O vete tú a
saber. El caso es que esta temporada he visto tres corridas de Fandiño… y éste
no es el del 2014. Esperemos que cambie el rumbo.
Cerraba plaza el novillero
Antonio Linares. Algunos dijeron que anduvo digno. Otros dijeron que estuvo mal
y otros, sus paisanos, incluso que anduvo en torero. Novillo noble, que no se
comió a nadie y al que le cortó una cariñosísima oreja.
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